Breaking Bad ha sido la última gran serie de la televisión. Cogió el relevo de Los Soprano y con sus 5 temporadas plantarse sin duda como la mejor serie de la década de los 10′ de este siglo XXI.
Breaking Bad nació el año 2008, creada por Vince Gilligan cuenta la historia de Walter White (interpretado por Bryan Cranston) un padre de familia al que acaban de detectarle un cáncer terminal; él tiene mujer, hijo y una hija en camino por lo que su sueldo de profesor de secundaria junto con otro trabajo en un lavado de coches no le es suficiente. Es en ese momento que utiliza sus conocimientos de química para con la ayuda de un ex-alumno suyo llamado Jesse Pinkman (Aaron Paul) decide ponerse a cocinar y vender metanfetamina. A lo largo de la historia se meterá en infinidad de líos, asesinatos y traiciones combinando su vida familiar con su otra cara delictiva.
Estamos ante una gran serie debido básicamente a su enorme guión que hace que ninguno de sus más de 60 episodios sea aburrido en ningún momento (quizás únicamente el olvidable episodio de la mosca) y que gracias a su buen casting consigue una crediblidad que no hay en la actualidad en el mundo de las series donde los elencos protagonistas parecen sacados de un pase de modelos insulsos haciendo perder al producto toda su credibilidad. Y es que hablando de los personajes sin duda alguna son los dos protagonistas (Walt y Jessee) los más destacados; quién mejor se complementan y más brillantes actuaciones realizan a lo largo de la serie. Por otra parte si hay que remarcar aspectos negativos son el hijo del protagonista Walt Júnior quien no aporta nada (a parte desayunar el 90% del tiempo que sale en pantalla) o su odiosa mujer Skyler. A la hora de destacar a actores secundarios son sin duda y por este orden los más brillantes: Gus Fring, Tuco Salamanca, Saul y Mike.
Capítulos de 45 minutos que entretienen del minuto uno al último, si hubiera que clasificar las temporadas sería la primera y la última las más brillantes siendo quizás la segunda con la aparición de Jane algo más lenta haciendo perder fuerza y chispa al personaje de Jesse. Es sin duda un programa donde los personajes evolucionan como Walt que pasa de ser muy inseguro a asesino sin escrúpulos. Tenemos pues a un serial de televisión aclamado por crítica y público que ofrece 5 temporadas donde no falta ni sobra nada. Entretenimiento del principio al final, calidad interpretativa y muy buen guión; serie inteligente y brillante. Sobresaliente.