Pamplona es una ciudad española de la província de Navarra que tiene unos 300.000 habitantes que se convierten en más de un millón cuando llega la mundialmente famosa fiesta de San Fermín, que comienzan cada 7 de julio y con una duración de una semana aproximadamente.
Se cree que las tierras pamplonesas han sido ocupadas desde hace unos 75.000 años. Los originales de estos lares eran conocidos como vascones, pocas décadas antes de Cristo llegó la ocupación romana que transformo a la ciudad conocida como Iruña; con la llegada de la Edad Media los romanos fueron sustituidos por los visigodos, más tarde llegaría la invasión musulmana que finalizó gracias a la resistencia vascona que creó el Reino de Pamplona. Siglos después llegaría el contacto con los castellanos que desencadenaría en una guerra civil. En la Era Moderna y ya perteneciendo a España la última lucha fue contra el ejército napoleónico al cual consiguió alejar de la ciudad. Ya en pleno siglo XX, después de una guerra civil y posterior dictadura la ciudad se fue desarrollando hasta quedar como la ciudad moderna que es hoy día siendo las fiestas de San Fermín una de las celebraciones más famosas de todo el mundo.
El viaje fue realizado en julio de 2012. En una llegada a Pamplona se recomienda la visita a:
ENCIERROS DE SAN FERMÍN: Los toros recorren las calles de la ciudad.
CENTRO HISTÓRICO: Pequeñas callejuelas y antiguos edificios de origen medieval.
Si por algo es conocida Pamplona es por su fiesta de San Fermín que comienza cada año el 7 de julio y lo cubre todo donde las borracheras perpetuas se combinan con los toros. El chupinazo soltado en la plaza del ayuntamiento comienza los festejos siendo lo más conocido los famosos encierros que suelen empezar muy temprano, sobre las 8 de la mañana aproximadamente. Si se quiere coger un buen sitio habrá que estar una hora y media antes en los aledaños. Lo mejor para verlo de cerca es meterse dentro del recinto mismo donde pasarán los toros porque si uno va como público quedará bastante alejado del lugar y no tendrá una buena vista. El encierro pasa muy rápido casi sin darse uno cuenta ya que en menos de 10 segundos notarás el grupo de toros acercarse y como todo pasa de sopetón. A continuación sueltan los cabestros,y ambos llegaran a la plaza de lidia como destino final.
Gente de todo el mundo se acerca a Pamplona a correr, la buena organización con unos servicios sanitarios por todas partes preparados para socorrer a los corredores lo hacen más seguro. A parte del encierro también cada tarde se hace una corrida en la plaza de toros de la ciudad donde el tendido se llena a rebosar. No es muy recomendable ir porque la mayoría de la gente está borracha y se dedica a tirar alcohol por todos lados. En el resto de lugares de la ciudad también abunda la fiesta y el alcohol por todas partes, un descontrol que representa el motivo principal por el cual se acercan miles de personas de todo el globo a este lugar. Tenemos por otra parte un centro histórico de contrastada belleza donde el encanto reside en sus callejuelas y edificios históricos llenos de bares de tapas y todo tipo de edificios dedicados a la restauración y el turismo. Lugares de origen medieval como la plaza del Ayuntamiento o la Catedral son clásicos de Pamplona que no se pueden perder.
En conclusión, Pamplona, aunque es una ciudad con encanto, debe ser vista en época de San Fermines ya que es una festividad única en el mundo. Preguntar todo lo que queráis saber en este post, podéis ver el reportaje fotográfico hecho durante la visita a Pamplona aquí.