Lisboa es una ciudad portuguesa siendo su capital y cuenta con unos 2,5 millones de habitantes contando su área metropolitana. Es conocida por sus puentes y su arquitectura de estilo manuelino.
Se cree que la ciudad ya fue habitada durante la prehistoria por los preíberos y a continuación por los celtas; pocos siglos antes de Jesucristo la urbe fue ocupada por fenicios y siglos más adelante por los romanos que se quedaron en Lisboa hasta la llegada de la Edad Media. En el siglo VIII llegó la invasión musulmana pero más tarde el territorio fue reconquistado gracias a los vikingos, ya en el siglo XII el cristianismo volvió a la ciudad. El siglo XV y posteriores fue la edad de oro de Portugal gracias a sus expediciones y conquistas del nuevo mundo en América que conviritieron a Lisboa en un importante centro de comercio; después de unificarse con España durante varios siglos el país fue invadido por los franceses a principios del XIX siendo años más tarde expulsados por los angloportugueses; ya entrados en el siglo XX se instaura la primera república portuguesa. Después de una Guerra Mundial donde el país quedó neutral y pasar por una dictadura, a finales del XX Portugal alcanza la democracia quedando así hasta el día de hoy siendo Lisboa su capital y ciudad más importante.
El viaje fue realizado en marzo de 2013, en un acercamiento a la ciudad se recomienda la visita a:
CASTILLO SAN JORGE Y CATEDRAL: Dos de los edificios más característicos de la ciudad.
TORRE BELEM Y MONASTERIO JERONIMOS: De estilo manuelino son los iconos de Lisboa
PUENTES Y ZONA MODERNA: Con uno de los puentes más grandes del mundo.
Lisboa es una ciudad con varios atractivos que mostrar; sin una gran edificación representativa tiene varios monumentos para visitar. Lo más conocido son sus estructuras de estilo manuelino así como sus largos puentes y los típicos tranvías que recorresn la zona antigua de la ciudad.
El primer lugar digno de mención es el Castillo de San Jorge; situado en la colina del centro histórico y al lado del río tajo data de la Edad Media cuando la ciudad estaba en guerra contra los musulmanes. Muy bien conservado, es una de las edificaciones más importantes de la ciudad situado en un enclave con mucho encanto en el barrio de la alfama. No muy lejos de ahí se encuentra su catedral, conocida como Sé fue creada en el siglo XII es de estilo románico; esta zona de la alfama con sus características calles estrechas situadas en el casco antiguo y sus clásicos tranvias es lo más interesante de todo Lisboa.
Ya algo más alejado de su centro histórico nos encontramos las dos edificaciones más conocidas de la ciudad y ambas de estilo manuelino. Por una parte la Torre de Belem, creada en el siglo XVI con el objetivo de vigilar y recaudar impuestos; por otra parte tenemos el Monasterio de los Jerónimos de Belém también creado en el siglo XVI durante la era de las exploraciones portuguesas que junto al monumento a los Descubridores forman las tres estructuras imprescindibles para visitar en esta zona situada en el sur-oeste de la ciudad. A parte del paseo que se puede hacer por el resto de centro de la urbe con sus típicas calles adoquinadas en negro y blanco, lo más destacado que queda por ver es su parte más moderna. La zona creada durante la exposición de 1998 muestra la parte más nueva de la ciudad así como los dos largos puentes que conectan Lisboa siendo el puente 25 de abril uno de los más grandes del mundo con una longitud de más de 2.000 metros.
Tenemos pues a una ciudad con gran variedad de atractivos que visitar, muchos monumentos y zonas con encanto lo que hace de este un viaje muy recomendable que bien se puede compaginar con una escapada a la no muy lejana Oporto. Preguntar todo lo que queráis saber en este post, podéis ver el videoreportaje y el reportaje fotográfico hecho durante la visita a Lisboa aquí.