Ljubljana es una ciudad eslovena siendo su capital, tiene unos 300.000 habitantes y es conocida por su castillo y las estatuas de dragones.
Se cree que la zona ya estaba poblada alrededor del año 2.000 antes de Cristo, pronto el lugar fue colonizado por vénetos más tarde ilirios y sobre el siglo III a.C. por celtas. Ya en el I antes de Jesucristo llegaría la ocupación romana que durará hasta el siglo V con la llegada de los hunos así como posteriormente los ostrogodos y lombardos. Desde la sexta centúria la tribu eslovena se situó por la zona hasta que en el siglo XI llegaron los francos; en el XIII los Habsburgo toman Ljubljana hasta el XVIII. El siglo XIX se caracteriza por la ocupación napoleónica así como por pasar en manos de austríacos y ilirios; la ciudad pertenecerá al imperio austro-húngaro hasta el siglo XX cuando pasa a formar parte de Yugoslavia; con una ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial Ljulbjana volverá a formar parte de Yugoslavia hasta finales del siglo XX cuando se independiza quedando como capital del nuevo país de Eslovenia y evolucionando hasta la urbe moderna que es en la actualidad.
En una visita a la ciudad se recomienda el acercamiento a:
CASTILLO: La fortaleza de Ljubljana.
PUENTE DE DRAGONES: Las esculturas icónicas de la población.
Ljubljana es la capital del joven país conocido como Eslovenia siendo sin duda la localidad más destacada de la nación. Este lugar se caracteriza por su estilo eslavo donde vemos un lugar muy tranquilo, con buena calidad de vida y que a diferencia de la Europa Occidental, aquí todavía se guardan los principios y tradiciones europeas.
El monumento más conocido de Ljubljana es sin duda su castillo. Ubicado en una colina a más de 300 metros es la fortaleza que gobernaba la ciudad y desde donde se tienen unas grandes vistas; aunque las primeras fortalezas se construyeron siglos antes de Jesucristo no fue hasta el siglo XIV cuando el castillo toma la forma más parecida de la que es hoy día. Con murallas de piedra y tejados amarronados destaca por su amplio patio así como las torres que lo vigilan. El otro icono de la población es el puente de los dragones, construcción edificada sobre el río Ljubljanica que data del siglo XIX. Hecho de hormigón armado es conocido por las esculturas de varios dragones diseñados por el arquitecto Jurij Zaninovic ejemplos del estilo Art Nouveau. Dicho puente se localiza en el centro de Ljubljana donde está también el resto de edificios representativos; otros lugares dignos de mención de este pequeño enclave son la catedral de San Nicolás (y otras tantas iglesias), todo tipo de puentes, fuentes y demás edificios civiles situados en el casco antiguo del lugar.
Poco más que decir, estamos ante una pequeña ciudad con algo de encanto y tranquilidad que no destaca de gran forma por lo que respecta al turismo y que bien puede ser vista en uno o dos días; es posible aprovechar a viajar a otros sitios cercanos como Venecia o Zagreb para completar un buen viaje. Preguntar todo lo que queráis saber en este post, para terminar podéis ver el reportaje fotográfico y el video-reportaje hecho en el sitio.