En el mundo del basket han habido cientos de casos de jugadores millonarios que quebraron, sobretodo en la NBA donde más de la mitad de sus jugadores acaban en bancarrota una vez retirados. Veamos basquetbolistas ricos que se arruinaron.
Dennis Rodman, uno de los mejores reboteadores y defensores de la historia de la NBA se declaró en bancarrota al perder sus decenas de millones de dólares ya sea por sus divorcios o por su vida loca.
Antoine Walker, exitoso jugador de los Boston Celtics y Miami Heat, perdió en poco tiempo los 110 millones de dólares que acumuló desapareciendo su fortuna por sus gastos sin control en casinos así como en familiares y amigos interesados.
Vin Baker, uno de los mejores ala-pivot de los años 90 en la NBA perdió todo su dinero ya sea por su adicción al alcohol u otros problemas que hizo que después de tener decenas de millones de dólares haya tenido que ser empleado de Starbucks para ganarse la vida.
Allen Iverson, uno de los mejores bases de la historia del basket, derrochó los más de 150 millones de dólares que ganó a lo largo de su carrera.
Latrell Sprewell, exitoso alero de los New York Knicks acabó por perder su fortuna por su mala cabeza y numerosos problemas que acabaron por quitarle todos sus bienes.
Steve Francis, uno de los mejores bases de la NBA de los años 2000 no solo ha derrochado los cerca de 100 millones de dólares que ganó sino que sus abusos de drogas le provocó un enorme deterioro físico en muy poco tiempo.
Shawn Kemp, histórico jugador de los Seattle Supersonics perdió los más de 100 millones de dólares que ganó a lo largo de su carrera ya sea por sus múltiples divorcios, mantenimiento de siete hijos y gastos sin control.